martes, 24 de noviembre de 2009

Mi primera casa: La señora

Nunca hubiera pensando que buscar piso fuera tan complicado. Y como básicamente estaba hasta los cojones de llevar mis cosas de un lado a otro, de invadir las casas de mis amigos, y a eso le sumamos que mi novio venía ese fin de semana a verme y no teníamos ni sitio donde dormir, me metí en el primer piso que ví razonable de precio, en una zona que me encantaba, San Bernardo. La casa era así:



Lo amarillo era lo que me estaba permitido utilizar de la casa, porque la situación, bueno, era un poco peculiar: Elena (la casera) vivía en el piso con su hijo de 9 años, Armin, fruto de una relación tormentosa con un iraní que de vez en cuando venía y la chuleaba. Ella tendría unos 40 y tantos. Normal, lo que se dice normal no era. La otra habitación era de un francés de 25 años al que nunca que llegué a ver.



El día que fuí a ver el piso le pregunté que qué normas tenía, ya que vivía en la casa un niño pequeño. Ella, muy moderna me dijo que la daba igual todo lo que yo hiciera, y me habló de una tal Loreto, que había estado viviendo en mi cuarto antes que yo. Me dijo que la tal Loreto siempre llegaba borracha, y que ella la ayudaba a meterla en la cama. También le advertí que como mi novio era de fuera, cuando viniera a verme iba a dormir conmigo. "Sin problemas" me dijo.
2 días más tarde, cuando me metí en el piso a vivir me dijo: "Oye, lo de tu novio que me comentaste... No me importa que venga un día o dos, pero no le quiero ver aquí todo el día, que yo vivo con un niño pequeño. Entiéndeme, porque la anterior chica, Loreto, venía borracha todos los días, y me traía un tío cada día, y claro una noche no pude más y la tuve que echar, porque así no se hacen las cosas, que me la encontré un día vomitando y si la pasaba algo... viene la policía y la ambulancia... y quita quita". La bipolaridad de la señora empezaba a asomar... Además, aprovechaba cualquier tema de conversación para comentar que tenía anemia, y que por eso tenía así el pelo.. Uff
Pero que os voy a decir, en aquel momento quedarme en aquel piso me pareció la mejor opción.

3 comentarios:

  1. Lo que está pintado en la pared es una cara como las de Bélmez?

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  2. Vale, lo acabo de leer en las etiquetas. Retiro el comentario anterior.

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  3. me gusta el comic, está bien hecho. Pero la historia demuestra que fuera de casa no atan los perros con longaniza

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