lunes, 2 de noviembre de 2009

La gente con cojones

Hoy cuando iba al trabajo, estaba pensando en las cosas que veo en la calle que antes no veía por ir en coche o por vivir en una urbanización en las afueras en la que solo había padres, niños y niños que ya no son tan niños y fuman porros a escondidas de sus padres del opus en las escaleras del salón social.
Pues a las 8 de la mañana los metros van hasta las bolas, y los conductores no se andan con miramientos y juegan a la guillotina con el personal. Una pobre chica ha quedado atrapada mientras un sequito de valientes se rasgaba las vestimentas para forzar las puertas. La chica ha conseguido entrar y el zagal que la seguía se ha debido de preguntar si harían lo mismo por él, así que ha metido el pie entre las 2 puertas. Y nadie ha hecho nada. Tras esperar unos 30 segundos, el vagón ha empezado a abuchearle, y ha gritarle que sacase el pie que ibamos a llegar tarde todos. El tío se resistía, y negaba con la cabeza. Así ha sido la situación durante un minuto. Finalmente el chico ganó el pulso y el conductor liberó el pie y pudieron entrar otras 20 personas dentro del metro. Pensé ole sus cojones, que aún sabiendo que el vagón entero le iba a odiar, el ha conseguido lo que quería.

Trabajo de recepcionista en un club deportivo. Manda huevos, que me vaya de Pozuelo huyendo del pijerío y acabe trabajando en un universo paralelo ocupado por nuevos ricos y su habitat las pistas de paddle. Lo mejor de todo es mi jefe. Debe de pensar que soy muy muy tonta porque me lo repite todode 2 a 4 veces (según el considere la dificultad de la conversación) y utiliza no menos de 3 sinónimos por cada palabra clave.



Pero el ole sus cojones del día viene cuando 2 pijos terminan su partida y vienen a la recepción. A veces se me solapa el horario con otra recepcionista, Adri, muy mona ella y muy simpática, que era la que les había dado la pista para jugar. Entonces uno de ellos me viene muy serio y me dice "estaba buscando a tu compañera, porque tenía que darle mi teléfono para ver si quería hacer algo conmigo algún día". Total, que le apunto el teléfono y le digo que se lo haré llegar, pero que Adri tiene novio, y que no tiene mucha pinta de que le vaya a dejar. Entonces el me dice "Ah.. Bueno.. Entonces mejor quedatelo tu y si quieres un día tomamos algo". Le digo "por muy halagada que me sienta.. voy a tener que decirte que no". Manda huevos.

Sigo con mi historia.

A parte de Guille, las otras 2 personas que me ayudaron un montón fueron Luis y Mario.



También me he quedado unos días en casa de Luis. Luis vive solo en una casa en Avenida de América. Mario también se quedaba y trabajabamos en nuestros proyectos. Bueno, Mario y yo trabajamos. Luis se suele poner a revolotear, y siempre SIEMPRE, a las 3 de la mañana te mira fijamente y con los ojos un tanto llorosos y te dice con la voz temblando "tía no he hecho nada...". El se iba a acostar y mario y yo intentabamos comernos el jamón que hay en su cocina. Yo no podía gastar dinero en el supermercado.




En la próxima entrega, comienza la búsqueda de piso...

3 comentarios:

  1. i like it!
    go pati go!
    y subtítulo en naranja, please!

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  2. jajaja. está muy bien. lo del tío del metro me ha llegado.
    (pablo)

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  3. pati esto esta estupendo y veo que has captado la esencia de mi perfil griego asi como los rasgos sicológicos de los personajes en su faceta mas primigenia, todo ello rodeado de una critica ácida a la atmosfera costumbrista que nos rodea...me gusta mucho

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