lunes, 8 de marzo de 2010

21 días


Últimamente encuentro más cosas malas en la emancipación que cosas buenas: Los trabajos, los compañeros de piso (Eva se come mi comida y creo que después la vomita), los gastos, los viajes que no podré hacer por pagar el piso, las clases, la pelusa que aparece todos los días debajo de la cama (creo que tiene patas. La barro, la tiro, y al día siguiente vuelve a aparecer allí).


Últimamente también, creo que mi madre lo está notando y aprovecha para tratarme cada vez mejor.
He pensado, no os miento, en volver a casa. Como en todas las relaciones acabadas, al principio todas las cosas malas te hacen huir de cierta situación. Pero cuando pasa X tiempo, en mi caso 5 meses (5 meses ya!), es inevitable pensar, si no has encontrado nada mejor, que lo que tenías no era tan malo, no te acuerdas muy bien de por qué te fuiste. Y rendirte y caer de nuevo en la comodidad de lo conocido empieza a ser arrebatadoramente tentador. Le pregunté a mi hermana "Si vuelvo a casa, todo volvería a ser como antes de que me hubiera ido, verdad?" Y me dijo "Ni lo dudes".

No puedo volver a mi casa, pero creo que tampoco quiero vivir donde vivo ahora mismo. Dios, no lo quería decir en voz alta.


Así que por no rendirme, y por coger el toro por los cuernos, a partir de hoy empiezan mis 21 días intensivos en casa. 21 días, de ahí el nombre del programa que presenta la pánfila esa, es el número de días que tarda una persona en acostumbrarse a una realidad vivida todos los días. Nada de dormir fuera de casa como he estado haciendo estos meses. 21 días en los que tengo que enfrentarme sola a la verdadera emancipación, sin Chalchi, sin Mario, sin Guille (amigos, entendedme, solo sin comerme vuestra comida y sin ocupad vuestros espacios). Y a ver qué sale de todo esto.

Deseadme suerte.

8 comentarios:

  1. siempre tendremos un plato caliente para tí, por si nos echas de menos..bien por el señor pelusa

    ResponderEliminar
  2. un plato caliente y un cajoncito para q metas tus cositas!
    asentamientos pelusos también bajo mi cama.
    para cuando un post de las aventuras de mandanga, wisqui y colilla?

    ResponderEliminar
  3. vamos, que les puedes arramplar con todo

    ResponderEliminar
  4. Grandioso Mr. Pelusa xD
    Buena idea lo de los 21 dias, date una ultima oportunidad intensa aunque me temo que lo tienes claro ;)

    ResponderEliminar
  5. Hija, he llegado aquí de rebote,porque pensaba que eras la hermana de otra con tu mismo apellido y he visto que naciste el mismo día exactamente que yo... pero de verdad: a vé si tienes suerte! shosho!!! me ha gustao mucho el blog, así que trataré de seguir tus aventuras de vez en cuando. Y por lo de tu pelusa no te preocupes, las de debajo de mi cama han montado una asociación cultural, y ahora dedican sus horas a hacer croché y jugar al dominó.
    Hasta luegoooo!!

    ResponderEliminar
  6. No,no, no te rindas P13!!Como aqui se puede comprobar, las épocas y vivencias más oscuras resultan creativamente más productivas! Piensa en el siglo de oro español... En fin, creo que es positivo que tus primeras experiencias sean una mierda, es como las primeras relaciones amorosas, si las tienes con tios que realmente no valen la pena es mejor porque casi siempre la cagas y asi aprendes para en un futuro actuar correctamente. A mi me paso igual, mi primer piso era horrible pero precisamente por eso ahora valoro tanto mi actual familia (mis compañeros) y creo que he aprendido (solo un poquito, que soy lenta) a convivir en comunidad. En fin, que sepas que te sigo y soy muy fan! Ya me atrapaste como fan incondicional cuando me dejaste leer tus libretitas pero me alegro de que des un paso mas! De aquí al Jueves! Bueno, muchos animos y besitos desde barcelona!

    ResponderEliminar
  7. Gracias Julia por estas bonitas palabras que me llegan en una mañana de perros. Bueno, gracias a todos los que me animais y me haceis sentir mejor y me apoyais. Hasta a los que me echan la bronca por ser tan lenta actualizando...

    ResponderEliminar